lunes, 1 de junio de 2009

La Val de Jarque

LUGARES Y RINCONES DE LA VAL DE JARQUE.
Este valle está enclavado en la comarca de las Cuencas Mineras de Teruel, una tierra machacada por las minas en el paisaje y en su riqueza geológica y unos pobladores, sus gentes, machacadas y utilizados para con un trabajo explotador y que explota.
La Val de Jarque es una tierra inmensa, casi sin fin que de repente y sin previo aviso se rompe con formaciones rocosas exhuberantes que desafían a la imaginación o al estilo más “rococó” de la naturaleza. Es un referente para el estudio de la geología y un lugar donde perderse y distraer la vista y todos los sentidos por los que nos alimentamos desde las tripas al pensamiento, pasando por un lugar que , algunos, llaman alma, aquello abstracto, pero que palpita y todos tenemos.

CIRUGEDA: LA ABUELA PACIENTE Y CONFORME CON SU AMIGA LEONA.
Entramos a Cirugeda y ya era bien entrada la tarde el domingo; una pareja llenaba su maletero de bártulos, me acordé de los comediantes que antaño iban de pueblo en pueblo, como en peregrinación....vendiendo sus gracias y sacudiéndose para provocar risas. Se iban para Zaragoza después de unos días en el pueblo de sus abuelos y parientes. Dimos una vuelta por el enclave: muchas casas derruidas,pero otras muchas muy coquetamente arregladas y restauradas....Cirugeda , desprende un calor como de renacimiento....pausado y poco a poco, pero constante. De vuelta al coche, siempre el coche, y después de hacer unas fotos entre piedras y hiedras.....nos encontramos con una señora sosegadamente sentada en una fuente. Su mirada desprendía paciencia, sosiego y una especie de sabia razón para contemplar el paso del tiempo...intercambiamos unas palabras, cordialidad, pero sin mucha expansión....no parece muy habladora, más bien reservada y, sólo quizás, harta de que le pregunten por los habitantes del pueblo, por cómo viven, por la tranquilidad(como si ésta no te abrumase, casi aplastándote). Su mirada parece decirnos que ya está de vuelta y que no le acribillemos a preguntas....si hablamos que sea para decir algo original; veo un gato justo en la parte alta de la fuente, descansando con “la pose2 con la que suelen descansar los gatos....es un gato atigrado con las rayas rojizas, de los que me gustan...de los de siempre. Le pregunto cómo se llama el gato. Levanta sus ojos, ya un poco apagados por los años y tuerce con una mueca de recepción con la comisura de sus labios...una sonrisa pícara....ahora su mirada me acaricia: “ se llama Leona, es una gata...mi gata”. Nos despedimos cuando su tono se apacigua , nos desea buen viaje, nosotros buena suerte. Me vuelvo:” adiós señora, adiós Leona....”. Me gusta este rincón , dónde está y cómo se llega....volveré y hasta me gustaría quedarme....entre semana y la mayoría de días del año sólo viven, y conviven, seis personas. Bendita inocencia, bendito silencio, bendita paz.....un repentino ataque de envidia, deseo y avaricia me invade, pero un bache en plena curva que casi nos estampa contra una cosechadora me devuelve a la “realidad zen” que tanto está de moda; Cirugeda sigue siendo, aún en el reposo del viajero al llegar a casa, un buen lugar para volver y quizás...Mejor nos callamos.
HINOJOSA DE JARQUE Y SUS ESCULTURAS
El pueblo de Hinojosa de Jarque se levanta en esta comarca con una silueta bien particular cuando el sol rompe la noche de manera brusca y repentina como los cohetes, de las fiestas de pueblo, que irrumpen , aunque esperándolos, con el consiguiente susto que nos lanza a unos segundos de palpitación...
Son las esulturas de hierro forjado, mármol y otros materiales que le dan un toque de particular encanto con un juego de sombras.

ALIAGA, DONDE TODO SE TRANSFORMA HASTA LA REVUELTA.
Aliaga es un pueblo minero, con varios poblados mineros y barrios anexos que os agradará porque además de tener una fuerza social que se ha desvanecido, a medida que se mueren las minas y que, sobrevive, ahora desde la base de aquella población pegada, algunas veces agarrándose, a sus raíces más auténticas...pero además del factor humano, importantísimo, está , también el aspecto paisajístico y geológico que te hace pasar de la tranquilidad de los campos de la Val de Jarque a una especie de juego donde las piedras se levantan como agujas desafiantes y escandaklizadas por un rumor que son los barrancos, arroyos o las corrientes de aire que juegan con ellas. Sus dos barrios mineros, al menos los que visitamos, casi de pasada, aquel día estaban como dos años antes, casi desiertos o tristemente olvidados.....lo que les salva son las casas de aquellos que continúan, tranquilamente, pasando los días viendo cómo fueron los anteriores e intentando dibujar un mejor futuro, al menos socialmente hablando. Los poblados o barrios mineros de Cobatillas y Santa Bárbara son especiales, muy especiales. En el de Santa bárbara y aprovechando su antigua capilla o pequeña parroquia hay un exquisito y humilde Centro de Interpretación de la Minería.

LA CENTRAL TÉRMICA.

Después siguiendo el camino la carretera nos lleva y nos muestra, como en una postal, la Central Térmica de Aliaga....patrimonio industrial olvidado y en tristes ruinas....así como la dejaron aquel último día de trabajo, mientras algún encargado recogía un pisapapeles o aquella novela que retenía en el cajón de la mesa para afrontar los ratos libres. Está abandonada a su suerte después de haberla plantado allí, quizás sin pensar en nada ni en nadie.

LA ALDEA DE CAMPOS Y PAULINO.
Hay una aldea un poco o quizás manipuladamente alejada de casi todo y de casi todos, se trata de Campos, silenciosa y dependiente de media docena de personas, entre los alaridos de algún perro...las cabras que nos miran, como alucinadas y el viento, suave y persistente, que provoca olas parecidas a las de un lago en plena montaña....aunque aquí sea con los campos de cereal.
Muchas casas se han caído ya y los cañizos se mezclan con las arenas de las viejas construcciones....resaltan los adobes , los viejos cimientos y algunos enseres polvorientos , oxidados y arrugados por los días que se suceden como el tiempo. El pueblo denota abandono y tristeza, casi tan progunda como incisiva....pensando en esto , sin palabras y con la mirada baja, nos encontramos con uno de sus habitantes, Paulino....un señor , seguro, ya adentrado en la década de los ochenta. La primera impresión: un buen hombre con ganas de hablar, muchas ganas de comunicar que enseguida empezó a desvelarnos pequeñas cuestiones. Un hombre frágil, al menos en apariencia que andaba ligero y como dicen en estas tierras, muy pito, con la mirada tiesa y un sinfín de cosas que comunicar a uno de los pocos habitantes que se acercaba por la aldea con la inquietud, la curiosidad y cierto grado de timidez. Nos despedimos del bueno de Paulino con un firme apretón de mano y nos invita a que si volvemos, “para lo que sea que necesiten y precisen vivo allí, justamente donde ven a aquella mujer que--- se ríe un poco--- es la mía...”. Me gustó Paulino, un valiente hombre de su tierra y su pueblo...una de esas personas que nos enseñas que la vida vale la pena vivirla, poco a poco y saboreando lo bueno para saber aprender de lo malo. Nos vamos, pero antes de despedirnos de la aldea y cruzar sus , casi insignificantes, límites nos paramos para visitar lo que queda de un olmo, con lo mucho que queda de su convivencia con alguien que le guarda cariño...

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