A LA SOMBRA DE UN BIGOTE.
Había una vez, en una tierra extensa de pasajes variados, extraños, agrestes, llanos, verdes, ocres, poblados……pero más despoblados que parió a un hombre que con el tiempo, casi entre bambalinas, eligió el camino de esconderse tras un espeso y peculiar bigote.
Dicen algunos que era para evitar que muchos adivinasen su socarronería y su risa, pero la verdad es que muchos también enumeran las veces en que éste se “partía el pecho” o como supongo le gustaba decir que “se descojonaría”, con la cuestión que saliese a colación.
Era un tipo más bien feo des espesas, desperdigadas y aturulladas cejas como crispadas por meter los dedos en un enchufe. Los ojos le delataban la bondad que escondía tras su semblante tosco (todo apariencia) se escondían tras unas lentes, que yo recuerde, siempre redondas.
Tenía poco pelo, pero el suficiente ,porque si necesitaba calor se embutía bajo la típica, tupida y negra boina.
Vivió, teniendo en cuenta la época , envuelto de posibilidades y las aprovechó. Fue profesor, marido, yerno complacido, cantautor, escritor, presentador de televisión, autor, político, amigo de sus amigos y un hombre de la gente común de las calles, de pueblos y y ciudades de una tierra llamada Aragón que sufrió el despoblamiento como pocas. Él le cantó varias veces a las calles desiertas y a las casas vacías colmadas de polvo y sin airear. Le cantó y escribió a la libertad, primero anhelada y después conquistada..pero sin triunfalismos, con los pies en la tierra, en su tierra…en la de todos y todas.
Los que le conocieron no le olvidaron jamás, aunque a algunos les llamase “gilipollas” y a otros los mandase “ a la mierda”. A los que no le conocimos personalmente nos sentimos desposeídos de un privilegio….pero unos y otros sentimos que nos han arrancado un “cacho” de nuestras profundidades, aunque como dijo Serrat:”ha valido la pena vivir la vida , sólo para conocerle”. Es así porque la vida pare a pocas personas como él. Será para siempre, en el recuerdo, un hombre íntegro en toda la extensión de la palabra, un hombre bueno con sus defectos, un artífice de libertades, un hombre cabal que hacía lo que pensaba y decía…
A estas alturas, me imagino que todos ustedes sabrán de quién estoy escribiendo, de Labordeta….sólo nos queda una cosa, rendirle un homenaje día a día: hacernos dignos de vivir el legado humano que nos ha dejado.
Para nuestro territorio, que desde una fugaz atalaya nos empeñamos en llamarlo País de Cazarabet….le debemos nuestra filosofía, nuestra manera de abrazar las tierras y de seguir el compás hasta en tiempos difíciles. Labordeta hacía que las cosas, muy a pesar de otros, existieran…en él los que tenían la voz sofocada encontraban su sonora expresión. Gracias por defender que nos devolviesen la Caja 121…entre otras cosas y gracias por iluminarnos el camino como ciudadanos de una tierra, a veces, ignorada.
Desde su sillón de diputado nos ha dejado un ejemplo persistente en la defensa de su tierra que nunca olvidaremos.
Como escritor, cantautor….Labordeta nos ha dejado mucho. Él no ha muerto….mientras su prosa nos envuelva; su poesía nos deje sin aliento y su voz nos descargue unas lágrimas resistentes.
LIBROS DE POEMAS:
• Sucede el pensamiento (1959)
• Las Sonatas (1965)
• Cantar y callar (1971)
• Treinta y cinco veces uno (1972)
• Tribulatorio (1973)
• Método de lectura (1980)
• Jardín de la memoria (1985)
• Diario de un náufrago (1988)
• Monegros (1994)
En 1976 publicó la antología Poemas y canciones (editorial Lumen, colección El Bardo) y en 2004, ya solo de la obra poética completa, sale a la luz la selección Dulce sabor de días agrestes.
LIBROS DE NARRATIVA Y ENSAYO: Su obra narrativa, se inicia en 1971 con «Mediometro», incluido en la revista literaria Papeles de Son Armadans. En 1974 se publica su primer libro de narrativa, Cada cual que aprenda su juego, que constaba de dos relatos cortos. En 1986 publicaría El comité, una narración breve. La novela Mitologías de mamá data de 1992, y Cuentos de San Cayetano (2004) es un libro de cuentos que tiene por protagonistas e hilo conductor a dos niños, y por escenario la posguerra española. En 2007 aparece su última novela, En el remolino. Existen otros cuentos dispersos que aparecieron en revistas culturales como Andalán (de la que fue fundador) o Ínsula.11
En el terreno ensayístico es reseñable la importancia de sus libros de viajes Aragón en la mochila (1983) y Un país en la mochila (1995), donde publica, ampliados, los guiones del programa de televisión homónimo. De 2001 data Con la mochila a cuestas. Se dedicó a la investigación y difusión de la poesía de su hermano Miguel en varios libros de carácter filológico, como el publicado en colaboración con Javier Delgado, Recuerdo de Miguel Labordeta (Zaragoza, Diputación Provincial, 1987). César Vallejo, uno de los autores que más influyeron en su poética, también fue objeto de uno de sus ensayos de crítica literaria.11
Escribió varios libros de memorias: Con la voz a cuestas (1982), Banderas rotas (2001) y Memorias de un beduino en el Congreso de los Diputados (2009), en el que cuenta sus vivencias como diputado en Madrid; o el autobiográfico Tierra sin mar (1995), donde antologó algunos de sus cuentos, artículos y poemas. Regular, gracias a Dios (2010), surge de la grave enfermedad que padecía.
Como editor y periodista participó en la fundación y el desarrollo del semanario Andalán, que se opuso a la dictadura franquista y marcó la transición en Aragón. También colaboró como columnista en los periódicos El Día, Diario 16, El Periódico de Aragón y El Mundo Los amigos contados (1994) es una breve muestra recopilatoria de su actividad como articulista.
Como cantautor:fue considerado uno de los principales exponentes de la canción de autor española. Inició su carrera musical en 1968 con el álbum Andros II, E. P. que se publicaría posteriormente en la edición de Fuendetodos del libro de poesía Cantar y callar (1971).9 12 13 A este seguirían Tiempo de espera (1975), Cantes de la tierra adentro (1976), Que no amanece por nada (1978), Cantata para un país (1979), Las cuatro estaciones (1981), Qué queda de ti, qué queda de mí (1984), Aguantando el temporal (1985), Qué vamos a hacer (1987), Trilce (1989), Tú yo y los demás (1991), Canciones de amor (1993), Recuento (1995), Paisajes (1997), Labordeta, nueva visión (1999) y Con la voz a cuestas (2001).
En sus canciones habla de su tierra, siempre con un tono de melancolía que, como él reconoce, le caracteriza. Entre sus canciones más relevantes están «Canto a la libertad», «Aragón», «Somos» o «Banderas rotas».
Como presentador de televisión y autor: En TVE participó durante el año 1990 en la adaptación de la obra de Camilo José Cela Del Miño al Bidasoa, donde interpretó al vagabundo Dupont.
Más tarde fue guionista y presentador del exitoso programa de Televisión Española Un país en la mochila (1995-2000), una serie de 29 capítulos en la que Labordeta, mochila a la espalda, recorría la España interior mostrando la cara más desconocida del país y de las gentes que en él viven.
Punto y aparate, pensamos, merece su faceta como profesor y su andadura en Andalan….pero estas dos vertientes merecen un tratamiento expreso e íntimo.
jueves, 30 de septiembre de 2010
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