sábado, 19 de febrero de 2011

RELATO PARA SAN ANTONIO Y SAN SEBASTIÁN.

Este fin de semana pasado, el que viajaba del 21 al de Enero al 23 del mismo mes, Mas de las Matas celebraba “sus sanantones”. No se equivoquen que, aunque los de misa deben ser devotos tanto de este San Antonio como el de Pádua---se celebra en junio--, pues aquí el plural se refiere a otro santo, San Sebastián, el atravesado por las flechas. En Vinaròs, donde el ”arròs”, sobre este santo se dicen otras cosas…..pero como decía mi abuela prudente y beata, “cierra la boca y calla que te entrarán moscas”. Así que cuando escribo, para no poner lo que “no debo”, me rasco la cabeza, siempre que no esté mi madre delante que es peluquera y me grita.
Bueno, a lo que íbamos: pues como todos los años, desde que estoy aquí, el repertorio es más o menos lo mismo y es que es verdad:” quien esté bien que no se mueva”. Pues eso. Se empieza como siempre con las campanas al aire que siempre las miro porque nunca me fio de su estabilidad ni de su gimnástico volteo….. a ver si alguna sale despedida y nos convierte en torta, algunos con más alma que otros. También hay algunos cohetes….unos años más que otros, debe ser por la pólvora: quizás la reserven para alguna revolución o se les moje…nunca se sabe y no seré yo quien rompa el encanterio. Me pareció que los gaiteros ya iban por ahí….lo cierto es que fueron por las calles a toda hora, desde que han “reforzado” el bombo y tambor y las gaitas funcionan ya bien engrasadas…esto es Hollywood. Pues eso, que estuvieron paseándose , bien arropados por el puro frío helador, animando a las calles, mejor dicho a sus gentes.
La comida, merece un breve punto y aparte: las calles de Mas de las Matas se desertizan….no queda alma ni los gatos callejeros que tontos no son y también saben a dónde acudir o esconderse. Los masinos varones se reúnes sin sus mujeres para celebrar con chorizo, judías, vinos y demás….pues eso, “los sanantones”, aunque me temo que alguno , como en todos los sitios, sólo se acuerda de los Santos en la mesa.
Ya se sale un poco caliente, algunos recalentados, de la comida y cubata en mano se van a la plaza a hacer figurillas, redondeles, y pases de compas rectas y semicircunferencias delante de un pobre animal que no sé qué debe pensar de nuestras costumbres. Y después el pueblo, como embobado, miramos la cosa…aunque sí que además “chafardeábamos” con la UVI nueva y mejorada, pero sobretodo con el cirujano…siempre está bien ver material bueno…..Otra cosa, las mujeres del Mas también tienen su propia comida en sus peñas o por ahí, lo que ya desconozco es como terminan porque no he ido nunca….pero el caso es que todos participan, en mayor o menor grado, de esta fiesta.
Por la noche, en la explanada detrás de la Cooperativa se enciende una gran hoguera y la gente se coloca, como en corro a su alrededor….mira las llamas como encantados por una bruja---aquí dicen que lo que “nos encanta” es el agua que bebemos, no me extrañaría—y van sacando brasas con las que asan: carnes, chorizos y toda clase de viandas….poco tontos. Me recuerda la película “En busca del fuego” de Jean-Jacques Annaud. Por supuesto, allí están los dulzaineros que me han dicho que este año son la sorpresa en los anuncios Duracel que representaban esos conejillos rosas tan insípidos.
De la hoguera se pasan, algunos sin descanso ni paso por los banquillos que son la casa, por las calles hacia El Palomar donde se celebra “la merengada” con discomóvil. No se equivoque, vamos a ver: el palomar---no es un lugar donde se alojen las palomas--- es un edificio artístico, casi de “new age”, con escalones para dar emoción a los que llevan más de un trago y con poca apreciación por la mayoría de los masinos….pues allí es donde los unos y los otros se embalurnan, así como lo leen, de merengue, yo me pregunto:¿el merengue no se come?. Pues no, aquí juegan a darse con él y, al tiempo, a moverse bajo el ritmo de una discoteca móvil….no puedo evitar imaginarme el pegazón del piso del Palomar que ya sólo de bebidas, revoltinas y demás queda listo….como para que se le añada el merengue.
Al día siguiente. Me despiertan, como no podía ser de otra manera, las gaitas. Este año los del Relicario no conocen la crisis o fuman todos y con lo de las prohibiciones al no poder fumar dentro de los bares, salen fuera y les es más cómodo y menos frío darle a la dolzaina. Bueno, a las 11.30 horas hay una Misa Solemne en honor a San Antonio, con procesión y la típica ofrenda de Pan Bendito….aquí se pueden admirar los trajes típicos de las mozas del pueblo que los llevan con un orgullo singular, presumiendo como sólo se presume cuando una está metida, y bien, en el ajo. Muy bien me parece….la primera vez que lo vi , me gustó….las otras, lo he mirado menos.
El plato fuerte de la mañana es la Moixeranga; donde se recitan cosas que han pasado por el pueblo y se “versionan” acontecimientos singulares más o menos personales…más o menos colectivos. Debe ser lo más esperado….ya me imagino al hermano de Paco (el ex alcalde, casi un calco de él, personalmente los confundo) encima del caballo y recitando a viva voz todo un año de anécdotas, cosas que le han llamado la atención, que le chismorrean en los corros del verano o parándolo por la calle o las ocurrencias, muchas, de sus convecinos. Lo mejor del San Antonio….eso y los gaiteros, siempre en nuestra memoria...
Luego se pasa por el pueblo a recoger material, lo que se conoce como la llega para luego subastarlo por la tarde en la plaza de la Iglesia y así recoger “algunos duros”---aunque estemos en Europe, aquí siempre nos referiremos a los duros—y así poner broche con lo que se conoce, la recaptación, como la manda.
Aquí terminan los “platos fuertes” de estas fiestas, ya que el día acaba con baile, mucho baile y hasta el día siguiente que despertamos con la diana de los gaiteros…..buenos son ellos. Aquí le viene bien lo que venía impreso en el boletín del programilla de este año:
Gracias a Dios que he llegado
Donde debía llegar,
A darles los buenos días
A los vecinos del Mas…
La mañana del domingo alberga en el polideportivo, este año debieron pasar un frío escandaloso, un parque infantil y casi a la par una Misa Solemne en honor a San Sebastián---sí, el santo de las flechas--, con otra ofrenda de Pan Bendito por las jóvenes masinas, siempre ataviadas con su traje regional. Por la tarde sigue el parque infantil y a las 19 horas se tira la traca de fin de fiestas y, aunque parezca mentira, todavía se escucha alguna dulzaina desvaneciéndose con el día.
Lo que digo:¡Abajo los conejitos Duracell! .

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