En invierno la gente tenemos la tendencia,más o menos carente de sutileza, de recluirnos en casa y más cuando el sol, ya escondido cada vez más pronto, deja de darnos su calor y su luz.....así que es muy poco probable encontarse con gente por las calles de estos pueblos, apesanunbrados or un frío brusco, después de las 20:30 horas. Esa hora es la del caldito, la sopa, la verdura, el pescao a la plancha o un buen vaso de leche caliente para dar templanza al cuerpo y empezar a adormecer las neuronas.
Aún así es una magnífica época para callejear por las calles....¿por qué no lo probamos?....las calles están húmedas por la lluvia fría que cae silenciosa y tendenciosa o por la nieve que se deshace poco a poco, como cansada y que se deposita como una alfombra en el suelo para luego volverse una especie de capa gélida por la que se resbala al pisar con autoridad y ninguna prevención....las prevenciones vienen cuando te has dado cuatro o cinco culazos.
A lo que íbamos, las calles frías y húmedas por las noches tienen algo de especial, todo con estas luces amarillentas que alimentan la tranquilidad que busca el paseo nocturno....esto, en toda su totalidad, no se reúne en primavera,ni en verano, ni en otoño....esto sólo se logra con la llegada del invierno y como más crudos sean los días mucho mejor.
Estamos en Mas de las Matas y salimos a pasear nocturnamente, sin encontrar ninguna alma y eso nos da una paz especial....¿los itinerarios?, los iremos desvelando,pero el secreto está en la soledad....no en encointarnos una autopista de gentes y gentes.
Veremos que nos enseña otra de estas noches.
Feliz solsticio.
martes, 22 de diciembre de 2009
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