viernes, 5 de febrero de 2010

Ciudadanos sin país.

Unos ciudadanos sin país o un país errante sin ciudadanos.

Cada día tengo más claro que no tengo país, ni trapos que algunos todavía llaman banderas, ni musiquillas que te clavan al suelo como un clavo inerte, lo llaman himno…todo eso incluidas las ideologías y movimientos políticos, han ido desapareciendo en mi vida por arte de una especie de escarmiento,

No sé a qué país permanecen mis vecinos ,ni me importa; tampoco sé qué bandera retienen en la memoria mis amigos, ni falta que me hace; ni me importa, tampoco, si mis seres más queridos se quedan inmóviles ante un himno….simplemente nada de eso es cosa mía, porque lo mío viaja tan sólo con cierto aroma agrio que se remueve por el aire y que, en días calamados, se posa, entre las retinas, como si desease dejarse querer.

Me he debido convertir en una de tantas personas que se ha quedado sin lo que dicen país, aunque tiene todas las tierras que precisa para vivir, para pasear, pisar y gozar…y ver cómo y de qué manera no tenemos país, porque nos lo hemos cargado y con ellos los deseos a sentirse “querido” por un trozo de tierra encerrado entre líneas imaginarais, en otros tiempos quedan las cercas y los pinchos, menos si viajas a lugares como Palestina(u otros de los escondidos en el llamado tercer mundo). Vergüenza de los que fueron avergonzados, el mundo al revés, la dignidad soterrada hasta el tuétano que es lo que huele peor, desde el hueso del esqueleto al quemarse. Yo me consideraré sin país, pero los hay que aterrorizados y luchadores, se agarran con los dedos como si fuesen garras, a lo que consideran su país cercado.


Las banderas son trapos de colores a los que se agarran los pobres de espíritu o los que flaqueamos de vez en cuando, le pasa lo mismo que a los himnos. Las unas deberían enterrarse, o deberían echar a volar en un día de vientos huracanados….los otros deberían romper sus acordes….lo malo que, para mal más que para bien, está ahí grabado en la memoria de colores, retenido en un tímpano que tararea cualquier composición digna…el mal no está en los dibujos coloristas en un trapo incoloro ni en la música dibujada en un pentagrama casi huérfano…el mal está en el uso que muchos han inventado entorno al mismo, cínico las más de las veces; vil y sangriento las otras….mentiroso, cada vez que intentan la justificación. …pobres dibujos de colores, pobres melodías enfrascadas

Mi país no existe, sólo tierras de las que me enamoro por su color, aridez…por su cielo negro que perfila puntos plateados o por los claros días de un sol prepotente; mi país tiene días tristes de niebla con esa humedad sin lluvia o de lluvia sin humedad aparente; el país es el que desplaza polvo desde el llano al monte y el que remueve ramas, transformándolas en océanos enfadados, en los días de viento…cuando incluso algún tronco puede llegar a desquebrajarse. La tierra que pisamos que se empeñan en delimitar en pueblos, ciudades, comarcas, provincias, regiones, países, comunidades, continentes….esa pequeña parcela que me prestan para vivir sufre, también, de silencios en los que un blanco deja depositada una lluvia lenta que realizada tareas de limpieza.


Ahora que mis dedos se han acercado al teclado para escribir: limpieza, me acuerdo de los que son políticos, los que dicen serlo, de los que los sostienen, los que los ayudan ,los que les sacan el polvo y los que les enceran….A la gran mayoría habría que bajarles de ese mundo inexistente en el que viven para posarles en la cruel realidad del día a día…porque la realidad de hoy, por desposeída y violada en lo humano, es necesariamente cruel.

Realidad, de familias que no llegan a final de mes y que pagan sus iras, frustraciones e incapacidades con su entorno inmediato. Ataría al político a la mesa a la hora de la cena , lugar donde se desatan viles pasiones; los mandaría a cuidar de nuestros mayores , cuya mente ha desconectado del mundo---quizás por los mismos motivos de rechazo--- y los mandaría con ellos porque aprenderían, con poco, mucho más de lo que han aprendido año tras año chupándonos la sangre…al menos aprenderían algo como humanos, más que en toda su parásita experiencia ; así verían qué han creado. Después, como si fuesen movimientos espirituales, los mandaba a ver a qué jóvenes han ayudado a crear…donde no hay valores ni nada que se le parezca; donde no hay ilusiones de hacer o ser algo; donde el futuro está en el consumo del día siguiente y en donde la dignidad reside en humillar al que te da de comer…Les conviene tener esto( me refiero a los políticos) para que inútiles como ellos sigan medrando, así vamos….De esta forma es casi imposible sentir un país y toda la “letanía” de cosas que esto conlleva.

No hay comentarios:

Publicar un comentario